En el mundo animal, el sentido del oído es un poderoso medio de comunicación, ya que se emplea para transmitir diferentes mensajes.
La sensibilidad de las diferentes especies animales varía enormemente con respecto al volumen y la intensidad de los sonidos, y algunos superan con creces la capacidad del oído humano. Si las personas podemos escuchar en promedio un sonido agudo de 20.000 hertz (las ondas de presión por segundo) y un sonido grave de tan sólo 20 hertz, el perro puede oír con una intensidad de 40.000 hertz, y es por este motivo que se los puede llamar con un silbato especial, inaudible para los seres humanos.