jueves, 10 de marzo de 2011

Curiosidades de la belleza en la historia

La historia de la belleza está llena de curiosidades que dejaría con la boca abierta, o provocarían arcadas a más de uno. A lo largo de los siglos, tanto mujeres como hombres seguían a pies juntillas la moda que tocaba. De hecho, ha habido épocas donde el maquillaje estaba especialmente destinado a los hombres. Así eran los rituales de belleza a lo largo de la historia…

1. El maquillaje siempre ha estado destinado a las clases altas: realeza, nobleza y pijerío con poder. Las mujeres de a pie empezaron a preocuparse por verse más guapas a raíz del nacimiento del cine. Ver las primeras películas en cine mudo donde las actrices lucían labios rojos (aunque ellas los viesen negros) y sombras azules (aunque pareciesen grises) levantó envidias de miles de mujeres que se subieron al carro del “¿y por qué yo no?”. Una de las primeras tiendas de maquillaje que se abrieron en EEUU fue la del maquillador del ballet ruso Maximilian Faktorowicz, lo que hoy es el imperio Max Factor.
2. Cleopatra, además de bañarse en leche de burra como todo el mundo sabe, se fabricaba sus propias barras de labios. Y con una receta muy sencilla: cochinillas mezcladas con cera o grasa. Sí, la reina egipcia más famosa del mundo se untaba el morro con bichos muertos machacados. Era un poco asqueroso, pero mucho más duradero que las barras que tenemos hoy.


3. Coco Chanel, además de revolucionar la moda del siglo XX, revolucionó la belleza. Puso de moda la piel bronceada, diseñando bañadores que enseñaban las piernas y apareciendo ella misma con un tono dorado de piel muy diferente al blanco que llevaban todas. Toda una hype, la Lady
Gaga de su época.


4. A finales del siglo XVIII un señor muy inteligente del Parlamento Británico dictaminó que si una mujer llevaba los labios pintados, es que era una bruja, y podía ser juzgada como tal (osea, directamente a la hoguera o a la guillotina en la Plaza Mayor). Eso es, literalmente, estar guapa hasta la muerte. ¿Cuántas mujeres pudieron morir por el trauma de ese descerebrado?
5. El ideal de mujer de la Grecia clásica era una fémina con la piel clara y el pelo rubio. Así que las morenas tuvieron que buscarse la vida, e inventaron un aclarante de pelo a base de arsénico. Los griegos eran muy avanzados y pensaban mucho. Pero a Platón o a Sócrates se les podría haber ocurrido una inspección de sanidad y parar semejante barbarie…
6. El corsé, la pesadilla del siglo XIX: En esa época había un modelo de belleza un pelín rarete… las cinturas debían estrecharse al máximo, pero los brazos debían verse rollizos. Las mujeres se apretaban tanto el corsé que en ocasiones este les causaba deformación de órganos internos y problemas intestinales.
7. Durante el “Siglo de oro” español (el XVII, o también llamado el “siglo de las luces”), la moda era lucir un cutis de porcelana, blanco y sin imperfecciones. Para conseguirlo llevaban a cabo un procedimiento, que de haber sido más famoso, eso de Siglo de las Luces probablemente lo hubiesen retirado, debido a la falta de ídem. Este procedimiento consistía en comer arcilla (inserte su “what the fuck” aquí). A lo mejor fue el primer complemento nutricional de la historia de la belleza, pero el caso es que causaba anemias y alteraba gravemente el ph de la piel. Por no mencionar que además, es asqueroso.
8. La fórmula matemática de la perfección: Un doctor de la Universidad de Texas, entre burrito y burrito creó una fórmula matemática para determinar el cuerpo 10, y lo llamó “coeficiente de atracción física” (CAF): se halla dividiendo el perímetro de la cintura por el de la cadera. Y según el doctor el resultado ideal es 0,7 (70cm de cintura y 90 de cadera). Lo sentimos mucho por Barbie, su CAF es de 0,54, por lo tanto, no es perfecta.
. La obsesión de las mujeres japonesas en la antigüedad era llevar el pelo lo más largo posible. Lo ideal, dicen, era medio metro por debajo de la cintura. Lo que me lleva a pensar dos cosas: con lo pequeñas que eran seguro que se lo pisaban, y que la niña de The Ring no es tan rara como parece.
10. En la época dorada de la corte francesa, los hombres iban mucho (pero mucho) más maquillados y emperifollados que las mujeres. Los zapatos altos eran símbolo de masculinidad y poder. María Antonieta, la reina más trendy, llevaba la cara cubierta con una plasta a base de grasa y harina o huesos molidos para lucir el cutis más blanco de la época. Todos llevaban los labios pintados y algún lunar (generalmente hecho con terciopelo). Las pelucas estilo gato acostado eran un must, mientras más altas y con más rizos blancos mejor. Puede que sea la época histórica donde más se maquillaban y perfumaban, pero el agua ni en las copas. Se dice que Luis XVI no se lavó nunca la cabeza. Total, si se la acabarían cortando…

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