En los tiempos actuales, hombres y mujeres, se sienten envueltos por el pensamiento individual y colectivo de las preocupaciones y apuros para vivir en el trabajo, en el hogar, en los estudios, etc.
Todos estos pensamientos y sentimientos alborotados pueden hacernos sentir “saturados” con tantas cosas que suceden a nuestro alrededor. Todo es actitud mental.
Para que las cosas transcurran de modo favorable, es imprescindible eliminar el “estrés”.
De hecho, disminuir el estrés se convierte en palabra de orden del día de la sociedad moderna, en que las personas viven demasiadamente atareadas e irritadas.
La pregunta es: ¿Qué es necesario hacer para ablandar o eliminar, de hecho, el estrés?
Antes de nada, es necesario entregar a Dios todas las inquietudes humanas. Esto significa conscientizar su Yo Verdadero que siempre está unido al Padre (Gran Dios Universal), quien todo lo sabe y quien todo lo puede.
A las personas que dicen no saber cómo hacerlo, les recomiendo hacer meditación y mentalizar de la siguiente manera:
“Dios el Señor es mi padre. Dios está en todos los lugares del Universo. Adonde quiera que yo vaya, donde quiera que yo me encuentre, el Señor está conmigo y me protege. El Señor es la Vida infinita que fluye en mí y me mantiene saludable. Estoy siempre envuelto por su Amor y Sabiduría, y por eso, mi alma está repleta de confianza y paz. Dios, muchas gracias, muchas gracias”.
Estamos trascendiendo todo sectarismo religioso y por el contrario estamos abrazando a todas las religiones. Todas las religiones son “voces de salvación de Dios” para hacer comprender al ser humano la Verdad de la Vida.
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