jueves, 15 de diciembre de 2011

EL MITO DE LAS PROTEINAS


Parece que siempre se ha asociado a comer bien a un consumo alto de alimentos protéicos (carne, pescado, huevos, leche, embutidos), llegando a ser la base de nuestra alimentación. Efectivamente la proteína es fundamental, sobre todo a la edad del desarrollo, ya que entre otras cosas, la proteína tiene como función la construcción de células y esto es bien importante, sobre todo cuando somos niños. Paro cuando ya estamos formados, cuando hemos dejado de crecer, se necesita mucha menos cantidad, ya que en ese momento no se tiene que crecer más, sólo reponer las células que se van muriendo, trabajo, en este sentido, mucho menos agotador.

Al hablar de proteínas convendría recordar que están compuestan de 22 aminoácidos. Sólo necesitamos tomar del exterior 8, ya que los demás los podemos sintetizar (fabricar) nosotros mismos. A estos 8 se les llama aminoácidos esenciales. Hay alimentos que los tienen todos como las carnes, los pescados, la leche, la soja, las algas o los huevos, en éstos últimos en la proporción ideal para nosotros. Las legumbres no tienen los 8 esenciales, ni los cereales tampoco, pero juntos si y forman una proteína completa de igual o mayor valor que la de la carne y sin los perjuicios de ésta. De ahí la antigua costumbre de mezclar en las comidas platos que contengan cereales y legumbres.


El consumo recomendado para un adulto desarrollado es de aproximadamente 0,4 gr por kg de peso. O sea, que con un peso de 70 kg, las necesidades serían de 28 gr diarios de proteína. Si en un filete la proteína por término medio ocupa el 20 % de su peso, con un filete de 200 gr tendríamos más de las necesidades diarias. Pero además de un filete tomamos diariamente leche, jamón, embutidos, pescado, y vete a saber qué más en cantidades suficientes para agotar nuestro organismo desde niños.

La escasez natural de proteína en el mundo vegetal no es un problema por esta causa, ya que los cereales, las legumbres, los frutos secos, los germinados y el queso o el yogur, cubren perfectamente las necesidades de un adulto y de un niño. El consumo de alimentos vegetales hace que los nutrientes estén más equilibrados y más acordes con nuestras necesidades reales, sin producir carencias y aportando más hidratos de carbono en proporción al descenso en el consumo de proteína de la dieta estandar.

Además para abandonar el mito de que la carne (y aquí incluyo también el pescado) es el alimento con más proteína, hay que recordar que tiene sólo las misma cantidad de proteína que las legumbres o los frutos secos (18 - 22%), y bastante menos que la soja (34 %) o la levadura de cerveza (50 %) por poner un ejemplo, y bastante menos grasas saturadas, colesterol y demás contaminantes productos de la metabolización que ya he comentado.

El alga Espirulina por ejemplo, aparte de ser el alimento más rico en vitamina B 12, en vitamina F, en clorofila, en antioxidantes naturales y en hierro, y uno de los más ricos en vitamina E y beta-caroteno, es el alimento más rico en proteína (55 - 70 %).

Hay alimentos que suplen con creces los beneficios de las carnes. El hecho de que sigamos consumiendo carne a diario es exclusivamente un problema de marqueting, de costumbre, de mala información, de falta de alternativa, y de mala información. Por supuesto todo promovido por los intereses comerciales que representa el consumo de proteína animal. Además al eliminar el consumo de carnes, entre otras cosas evitamos problemas como el de las vacas locas, las dioxinas de los pollos belgas, las hormonas y los antibióticos que se les inyectan y vaya a saber cuántas cosas más que aparecerán o de las que no nos hemos enterado.

El sistema digestivo de un ser humano desde los dientes a los intestinos es más parecido a un hervíboro que a un carnívoro: mandíbulas cortas y de mediana fuerza, sin colmillos para desgarrar, con unos molares más hechos para triturar hierba o grano y con una longitud del tubo digestivo de 5 - 8,5 metros. Chimpancés y gorilas muestran el mismo aparato digestivo que nosotros. La lista de vegetarianos ilustres es enorme: Einstein, Leonardo da Vinci, Charles Darwin, Pitágoras, Sócrates, ...

La agresión que supone para el cuerpo el consumo de carne, trae parejo la fijación en el cuerpo de una serie de elementos tóxicos como el ácido úrico, la urea, el colesterol y el amoniaco, que son responsables de enfermedades de tipo vascular con el consiguiente beneficio, una vez más, de la industria farmacéutica. En Gran Bretaña, los vegetarianos generan cinco veces menos gastos asistenciales a lo largo de su vida que una consumidor convencional. En 1.991, el Comité de Médicos por una Medicina Responsable (USA), propuso un nuevo sistema de grupos alimenticios basado en cereales, verduras, legumbres y frutas y que sustituyese al vigente. El Departamento de Agricultura de ese país lo aceptó en 1.996 aunque recomienda un máximo de un 15% de proteína animal. Su presidente dijo: “la investigación es ahora clara y suficiente: los principios básicos que nos enseñaron en la escuela estaban equivocados”.

Cuando uno hace algo, lo que no debería perder nunca es la consciencia de lo que está haciendo. Pienso que eso nos ayuda a crecer. Algunas cosas que tenemos que tener en cuenta cuando elegimos comer carne son estas:

- Para la obtención de 1 Kg de carne de vaca se necesitan 15.000 l. de agua y 15 Kg de cereales. De un cultivo de 100 m cuadrados de soja se obtienen 5 Kg de proteína. Si se utiliza para alimentar al ganado, sólo se conseguirá 1/2 Kg de carne.

- El 80 % de los recurso acuíferos del planeta se destina al consumo del ganado.

- El modo de vida carnívoro del 25 % de la población mundial, se queda con más de la mitad de la producción total de grano, en un planeta con casi mil millones de personas desnutridas. Si cada habitante del primer mundo redujera su consumo de carne en un 10 %, el grano sobrante bastaría para alimentar a los 60 millones de personas que mueren cada año de hambre.

- Durante su vida, un consumidor medio de carne occidental come 11 vacas, 43 cerdos, 36 ovejas y 1.100 pollos.

- Contribuimos a la manipulación industrial de animales, sometidos demasiado a menudo a unas condiciones terribles de vida, hacinados en diminutas jaulas toda su vida sin poderse casi mover, separados de sus hijos al nacer, engordados exagerada y artificialmente, enfermos y cebados con antibióticos para mantenerlos vivos en ese cruel entorno.
- Las necesidades de nosotros, los países industrializados, ha obligado a esta forma de ganadería intensiva. Sólo en España se sacrifican anualmente 2 millones de vacas, 12 de cerdos y más de 30 de aves. Algunos como las ocas, a las que se las ceba de tal manera que su hígado se infla y mueren, luego nos lo comemos en forma de paté. Animales hormonados, enfermos y medicados son nuestro “alimento”.

- Algunos animales como los cerdos, que son en muchas cosas bastante parecidos a nosotros, saben que van a morir antes de que les maten. Han aprendido que no les dan de comer el día antes de matarlos para que sus intestinos estén limpios. Esto último no lo saben, pero la angustia, miedo, desesperación y un montón de cosas más que de alguna manera, a su manera, siente el animal cuando sabe que va a morir, va a parar a nuestro torrente sanguíneo, alimentando cada vez un poco más esas nada agradables sensaciones que también existen en alguna medida en cada uno de nosotros.

- Eliminar la carne es una forma de contribuir a erradicar el hambre en el mundo, ya que el grano que se necesita para dar de comer a un cerdo por ejemplo durante toda su vida, tiene 8 veces más alimento del que luego nos da con su carne, y además no tiene “aditivos ni efectos secundarios”.

- La desesperada búsqueda de pastos para este fin es causa de la masiva deforestación de las selvas. Muchos de los terrenos despejados por la tala de árboles, se utilizan después como lugares para la siembra de cereales como pasto para el ganado ya que la demanda sigue creciendo en la proporción que aumentamos el número de habitantes.

La gran cantidad de alimentos procesados, refinados, cocinados, enlatados y de origen animal que forman la mayor parte de lo que comemos diariamente, nos mantiene escasamente nutridos y nuestro cuerpo sólo funciona en parte, volviéndose más susceptible a enfermar. A la contaminación ya natural de las aguas y del aire que respiramos y que respiran las plantas de las que todos vivimos, la fumigación pesticidas y herbicidas en los campos, la emisión indiscriminada de CO2, los metales pesados plomo y la ingeniería genética no deberíamos sumarle el de la innecesaria proteína animal.

Como Hipócrates, el padre de la medicina dijera : “Que la medicina sea tu alimento y que tu alimento sea tu medicina”, deberíamos considerar al alimento a su justa medida, relegado hoy casi exclusivamente en los países occidentales a satisfacer más el sentido del gusto y la gula que en realidad a alimentar y nutrir el organismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Dejame un comentario para blog, blogger